«El anuncio cristiano relativo a la familia es verdaderamente una buena noticia» (Amoris laetitia, 1).
Volver a situar a la familia en el centro y animar a toda la Iglesia en el alegre compromiso de la evangelización para las familias y con las familias.
Porque la Iglesia, en todo tiempo, está llamada a anunciar nuevamente, y de manera especial, a los jóvenes, la belleza y la abundancia de gracia que contiene el sacramento del matrimonio y la vida familiar.
Tenemos la misión de hacer de nuestras familias cristianas, auténticas iglesias domésticas, al ejemplo de la Sagrada Familia.